Sectorial de la semana
Cinco años de evolución de la economía global
Aunque la economía y el comercio global registran un proceso de recuperación y las proyecciones para 2018 son optimistas, las medidas comerciales tenderían a hacer más lenta la mejora que había iniciado desde 2017. Este es solo uno de los cambios estructurales que se desarrollan en los últimos años, con impactos en las políticas económicas y las cifras del crecimiento.
¿Permitirán estos cambios avanzar en los desafíos de crecimiento?
La crisis de 2008 dejó secuelas importantes en los países desarrollados que se reflejaron en bajos crecimientos de las economías en los primeros cinco años de la década y en el caso de los Estados Unidos impactaron los resultados electorales. Las prioridades del crecimiento estarían cambiando de favorecer el comercio internacional al fortalecimiento de los mercados internos.
A estas medidas se suma el impacto del cambio técnico generado por las tecnologías 4.0 en la productividad y el empleo, dos cambios estructurales que están caracterizando el devenir de los últimos años.
La recuperación del crecimiento global es otro hito después de 8 años de estancamiento, así como los cambios en las tasas de interés externas, de los mercados bursátiles y de materias primas.
La década que transcurre concentró los esfuerzos de las políticas económicas en la recuperación del ritmo de crecimiento después de la crisis de 2008, logrando los primeros resultados hasta 2015 en las economías avanzadas, que contrastaron con una moderación del crecimiento de China y un ajuste considerable en América Latina. Las perspectivas indican una evolución mejor para todos los grupos países en 2018, como se observa en el gráfico.
Fuente: FMI
Estos cambios, sin precedentes desde los años previos a los 90, buscan responder a los grupos que con el proceso de liberación de los mercados de este siglo habían sido perjudicados. Las prioridades de las políticas estarían mas asociadas a fomentar la reorientación de la inversión y el fortalecimiento en los mercados internos, con un énfasis menor en el impacto que tendrían sobre los precios relativos. Debido a que se realizan en el marco de recuperación de la economía mundial, en principio parecerían reforzar las políticas adoptadas.
La serie de medidas arancelarias adoptadas por Estados Unidos y la respuesta de sus socios comerciales han pasado de ser acciones puntuales a ser un proceso de afirmaciones y respuestas.
Desde junio rige el alza del 25% de los aranceles a las importaciones al acero hacia Estados Unidos desde la UE, Canadá y México, mientras en febrero habían sido promulgadas restricciones para los productos de este sector provenientes de China. La respuesta de estas economías no se ha hecho esperar, con medidas arancelarias para cerca de $2.800 millones de euros para la importación de productos norteamericanos. Los anuncios se han venido extendiendo a la menor importación de tecnología y el menor volumen de inversiones extranjeras desde China. Los países están tomando medidas que van desde recursos ante la OMC hasta un compás de espera hasta julio, cuando se espera llegar a acuerdos en torno a estos procesos que eviten nuevas acciones de las partes.
Además de las restricciones al comercio, los cambios en las políticas tributarias y el efecto de las medidas monetarias en las mayores tasas de interés fomentan el mayor ingreso de capitales.
En tercer lugar, están los impactos del cambio tecnológico que están integrando las tecnologías de los nuevos materiales, la información y las comunicaciones a diversos productos y servicios, manifiestos en las tecnologías 4G.
Perspectivas
Los cambios de política económica, macroeconómicos y tecnológicos de los últimos años tendrían impactos sobre el empleo, la productividad y los salarios. Mientras unos se reflejan en el costo de los bienes de consumo como los aranceles, la inversión y los cambios tecnológicos permitirían el crecimiento del empleo y la productividad.
Pero la asignación nueva de recursos que generan estas tendencias será objeto de análisis en las cifras. Algunos estudios, por ejemplo, señalan que la era informática ha tenido un impacto menor en la productividad que los cambios tecnológicos precedentes, mientras que los impactos en la productividad asociados a las industrias 4.0 se reflejarían entre 20 y 25 años[1]. A estos efectos se suma el impacto en el ingreso que causan los mayores precios de los bienes de consumo en economías cerradas o con altos aranceles.
En 2014, un grupo de economistas señaló para los próximos años las acciones para mejorar las tasas de crecimiento global como “la falta persistente de demanda, los cambios institucionales para favorecer el fortalecimiento de los mercados, las discusiones para que las modalidades de economía de mercado funcionen mejor, el desarrollo urgente de la economía del cambio climático y el desafío de responder al aumento de la desigualdad y la riqueza”[2]. Las tasas de inversión continúan siendo históricamente bajas, siendo identificadas como el principal obstáculo al crecimiento sostenible.
Cinco años después algunos de estos planteamientos se mantienen, otros parecen aplazarse como los asociados al cambio climático y persisten otros no mencionados. La crisis de los mercados financieros planteó desafíos en torno a la disponibilidad de financiamiento en un entorno de crecimiento acelerado del consumo y menor de la inversión y el ahorro. Para revertir esta circunstancia, las políticas económicas estarían orientadas a generar mayores factores de acumulación de los hogares (ahorro e inversión) medidas que impulsen la demanda, así como la ayuda a las empresas a reestructurar sus deudas.
Se plantean las transferencias que impulsen la capacidad de la gente para generar ingresos. “Invertir en oportunidades” como educación, salud, microcrédito, agua y energía. Aumentar el acceso a bienes y servicios básicos, educación económica para el mejor uso del capital disponible y costo de oportunidad de los recursos consumo-ahorro y la cultura para fortalecer la toma decisiones económicas de consumo, de la cotidianidad[3].
Las medidas recientemente adoptadas están encaminadas a la recuperación de los mercados. Aunque la coyuntura favorable hace menos visible o aplaza la pertinencia de evaluar los impactos de estas medidas, están a prueba como mecanismo para lograr una mejora en los desafíos de la economía global y el bienestar.
[1] https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2014/09/pdf/kose.pdf
http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2017/03/pdf/fd0317s.pdf
[2] https://www.semana.com/economia/articulo/lo-que-le-espera-en-el-futuro-la-economia-mundial/404977-3
[3] https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2014/09/pdf/kose.pdf
http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2017/03/pdf/fd0317s.pdf