Segmento pyme: Lo pequeño es hermoso, pero…. es fuerte?
Para destacar las claves del éxito de Taiwán como economía basada en la exportación de las pequeñas y medianas empresas, un documento del gobierno de este país iniciaba con este título para ilustrar que la asociación del estado, los productores y los otros agentes de la cadena fueron las claves del éxito de este país como pyme-exportador.
Nosotros tenemos nuestro propio ejemplo. En el café el 95% de los cultivos son de menos de cinco hectáreas, sembradas por 563 mil agricultores. Sumadas llegan a las 974 mil hectáreas a lo largo de 588 municipios. Las cifras del cierre de 2013 reportan que sigue siendo el mayor sector exportador del país después de los combustibles y el oro. Es decir, que este modelo de exportación, cuya base son los pequeños productores sigue siendo el que mejor funciona en el país con todo y sus dificultades, es el modelo del café.
La sostenibilidad del café como producto de exportación del país por más 70 años es la prueba de que la producción en pequeña escala es productiva, eficiente y rentable. Ningún sector puede contar una historia similar y a pesar de la coyuntura, el café puede darse el lujo de decir que es el más antiguo exportador del país y que se transforma cada vez para generar más valor.
Pero solos los cafeteros no hubieran llegado muy lejos. Las instituciones cafeteras simbolizan la capacidad de asociarse y ahorrar, desarrollan y aplican la investigación y tecnificación para modernizarse. Son instituciones que viven para exportar, para mantenerse en el mundo real y hacia allá se orientan sus acciones y políticas. Para sobrevivir tantos años hay que transformarse constantemente y en esto se encuentra este sector que a pesar de sus altibajos invierte gracias a que cuenta con el ahorro y visión de los cafeteros, la contribución del estado y equipos técnicos en todas las regiones e instancias.
Cuando se va por Cundinamarca, por ejemplo, se observa que con ampliar en este departamento la oferta frutera con estándares de exportación traería grandes beneficios para la región que tiene la ventaja comparativa en clima y suelos. Para ello es necesaria la participación de los agricultores consolidando modelos de asociación, con el apoyo indispensable del estado y de comercializadores externos que impulsen el desarrollo de productos homogéneos en las pequeñas parcelas y garanticen la demanda, en una estrategia donde todos pongan. Que los agricultores sean participes de los proyectos de exportación manteniendo su demanda de asistencia técnica y también un poco de ahorro en común para sacar adelante sus ofertas en épocas de crisis. La supervivencia del café e medio de tantas crisis muestra que Colombia puede lograr los más altos estándares si consolida un trabajo conjunto entre campesinos, instituciones y todos los agentes de la sociedad.