Sectorial de la semana
Oferta agrícola 2011-2021: crecimiento y rendimiento, base de la consolidación sectorial
Una mirada a la evolución del sector agrícola desde 2011 muestra el crecimiento de las áreas cultivadas, una diversificación de la oferta orientada hacia el segmento hortofrutícola, el fortalecimiento de los cultivos permanentes tradicionales y el resurgimiento de productos que ya no estaban en la oferta local.
Un desarrollo que comienza y podría continuar si se toman como parámetro diario los rendimientos por hectárea de los mejores y se desarrolla un proceso sistemático y con estadísticas de adopción de prácticas que aumenten la productividad y rentabilidad de los cultivos. Estas acciones están asociadas al manejo de los efectos del cambio climático, al fortalecimiento de la oferta local frente a los ciclos de los mercados agrícolas globales y a la consolidación de mayores volúmenes de exportación.
Estas son las cifras que muestran los resultados y desafíos del sector agrícola en los próximos años:
Crecimiento de las hectáreas cultivadas. En 2016 el área cultivada en Colombia llegó a los 3,3 millones de hectáreas, un crecimiento del 13% anual respecto a 2015. Los cultivos permanentes representaron el 57% del área sembrada y registraron un crecimiento del 6% anual, mientras en los transitorios aumentaron en 23%.
Fuente: Elaboración EA con base en DANE y cifras gremios
La cifra de 2016 para los cultivos permanentes impulsó los resultados del período 2014-2016, en donde comparado con 2011-2013 el crecimiento de las hectáreas cultivadas fue de 4,2%, con una evolución más lenta en las hectáreas cultivadas en los productos con mayor peso en el agregado, en respuesta al comportamiento de los precios internacionales desde 2014.
En los cultivos transitorios se observa un crecimiento dinámico en las hectáreas cultivadas en todos los productos en los dos períodos considerados y el resurgimiento de productos como la soya, donde se sembraron 27 mil hectáreas, algodón con 9 mil y maní 5 con mil, contribuyendo aumentar la participación del grupo de otros productos este grupo de 13% al 15%.
La dinámica de crecimiento de las siembras se reflejó en el aumento de las hectáreas en producción, que crecieron 27% en los últimos tres años, resultado que fue positivo y elevado en todos los productos y en el que destaca el aumento del 32% en café, el 24% en palma africana, 21% en cacao y del 89% en aguacate.
Se destaca el crecimiento de las áreas cultivadas y en producción en el grupo de productos diferentes a los cinco principales: mientras el primer grupo registró un crecimiento del área del 0,6% en los últimos tres años, el segundo la aumento en 10,7% el mismo período, permitiendo duplicar la participación de estos cultivos en el total del área cultivada en los últimos cinco años.
Diversificación productiva en frutales. De la evolución reciente del área cultivada se desataca el crecimiento de productos como el aguacate, que pasó de 38 mil a 61 mil hectáreas sembradas en el promedio 2011-2013 frente al período (2014-2016), la naranja, que pasó de 34 a 47 mil, el mango que creció de 22 a 28 mil, el limón de 18 a 23 mil hectáreas, el banano para consumo interno de 16 mil a 19 mil hectáreas y se destaca la guayaba que duplicó el área sembrada en estos períodos. Otros productos muestran crecimientos importantes en el área cultivada como guanábana, el lulo, la mora, la granadilla y otros “nuevos" se destacan como las siembras de caucho, marañón y la pera.
Crecimiento de la producción. Entre 2011 y 2016 la producción agrícola pasó de 15,2 a 20,3 millones de toneladas, con un crecimiento sostenido en la oferta de cultivos permanentes y transitorios, un desarrollo marcado por el fenómeno de la niña (2011) y el niño (2016) y los procesos de renovación de los cultivos de exportación como el café, que al principio de la década registró una menor producción por que se encontraba en este proceso y ha crecido en producción y rendimientos en los últimos años cuando han empezado a dar frutos las nuevas siembras.
Fuente: Elaboración EA con base en DANE y cifras gremios
Si se consideran los períodos 2014-2016 frente a 2011-2013 la producción de los cultivos permanentes creció 16% si se considera la producción de fruto de palma africana y 6% si no se incluye este producto. Se destaca el aumento de la producción en palma de aceite, café, naranja, aguacate, mango y banano consumo interno en permanentes y de la gran mayoría de transitorios, donde la producción agregada creció 18% en 2014-2016 frente al 2011-2103 y se destacan papa, arroz, maíz, tomate, yuca, zanahoria y alverja.
El plátano, segundo cultivo en hectáreas cultivadas y volumen de producción, registra una menor dinámica en los últimos años que se refleja en la reducción de las hectáreas cultivadas, la producción y el rendimiento por hectárea.
Este cultivo cuenta con un potencial de demanda importante en los mercados internacionales se encuentra orientado principalmente al consumo interno. Colombia, a pesar de no exportar un volumen tan grande como en otros productos ocupa cerca del 8% de la oferta del mercado mundial. Otros cultivos mostraron una menor producción en los últimos años como el limón, el tomate de árbol, el maracuyá y la mora, con descensos superiores del 10%, mientras en transitorios mostraron descensos el maíz blanco y el fríjol.
Crecimiento de la inversión en cultivos diferentes a los cinco más importantes.En los cultivos permanentes los productos diferentes a los cinco principales aumentaron el área cultivada en 13,5% y la producción en 12,5% en 2014-2016 frente a 2011-2013. Esta dinámica permitió a los cultivos en desarrollo pasar del 10 al 20% en el área cultivada en los seis años y sostener en torno al 14% su aporte a la producción agrícola total.
Sin embargo, los cinco principales cultivos permanentes y transitorios aún concentran la oferta agrícola, por lo que la tasa de crecimiento en áreas y producción del grupo de los distintos a los cinco más importantes debe ser mucho mayor para consolidar la diversificación de la oferta agrícola a productos distintos a los tradicionales (café, plátano, palma africana, cacao, arroz, maíz amarillo y papa).
Rendimiento, mucho por hacer
Pero además de aumentar el área cultivada, para consolidar el crecimiento de la oferta agrícola diversificada se requiere aumentar los rendimientos. Si se observa la evolución de los rendimientos por hectárea en los últimos años, se encuentran resultados positivos en cultivos de exportación como el café, la palma, el cacao y otros de exportación emergentes como la naranja, la guayaba y la guanábana han aumentado sus rendimientos por hectárea de manera importante en los últimos años.
Sin embargo, cultivos de gran proyección como aguacate, el cacao, el mango, el limón o la madrina tienen un largo camino por recorrer cuando se comparan con otros productores que son y serán su competencia.
Pueden invertir para potenciar su rendimiento por hectárea al nivel de los países más competitivos en cada producto, lo que les permitirá mantener sus ingresos cuando la oferta agrícola mundial aumenta y los precios bajan. La inversión en torno a la productividad y el rendimiento es el factor clave para mantener los ingresos en épocas de bajos precios en el mercado, pues por cada hectárea sembrada se obtiene mayor volumen de producto y se compensa el menor precio con mayor volumen vendido.
Perspectivas
En concordancia con el crecimiento sostenido en el número de hectáreas, la producción agrícola continuará creciendo en lo que resta de la década si se tiene en cuenta que los ciclos de inversión de los cultivos permanentes oscilan entre tres y cinco años para empezar a producir.
El comportamiento de los precios internacionales y el crecimiento de la oferta y la demanda agrícola mundial invita a tener como meta principal el rendimiento/productividad de estas mayores inversiones.
Las cifras de producción y el rendimiento por hectárea se vieron afectadas por los efectos del cambio climático[1], siendo la meta principal conocer y apropiar el indicador de rendimiento por hectárea de los más competitivos en el mundo y aplicar con seguimiento estadístico y soporte permanente las mejores prácticas para mejorar el rendimiento por hectárea, variables asociadas al mejor uso del suelo para resistir los cambios fuertes del clima, entre otros.
El acervo técnico de los cultivos más desarrollados y exportadores en el país torno al rendimiento por hectárea, es un primer paso para avanzar en paquetes tecnológicos adecuados para nuestro clima y suelos en cada producto.
Finalmente, un trabajo centrado en el rendimiento por hectárea permitirá aumentar la rentabilidad de los cultivos y el atractivo de la inversión, pues se requiere que la tasa de crecimiento de los nuevos cultivos sea superior para consolidar un mayor su peso en la oferta total y garantizar volúmenes de exportación rentables.
[1] asociado a choques mucho más fuertes del fenómeno del niño y la niña