Sectorial de la semana
Cuál es la cara de la formalidad en Colombia?
En Colombia 450 mil empresas están afiliadas al sistema de riesgos laborales, una cifra que representa el 53% de las sociedades registradas.
Un estudio realizado por Fasecolda sobre el mercado laboral formal desde el aseguramiento, permite identificar importantes diferencias entre sectores, regiones y tamaños de empresas y muestra que entre los 7.5 millones de empleados formales existen altas tasas de entrada y salida al sistema del aseguramiento, una afiliación concentrada en empresas de más de 50 trabajadores, con una alta rotación entre sectores y una mayor vulnerabilidad entre los jóvenes y las mujeres.
Donde están y cuáles son los tipos de riesgos que enfrentan los trabajadores de cada sector de la economía?, Cúales son los desafíos del mercado laboral hacia el futuro?.
El “Análisis del mercado laboral en Colombia, una nueva cara de la formalidad”, revela que entre los 7.5 millones de empleados formales[2] existen altas tasas de entrada y salida al sistema de aseguramiento, una afiliación concentrada en empresas de más de 50 trabajadores, con una alta rotación entre sectores y una mayor vulnerabilidad entre los jóvenes y las mujeres.
Caracterización sectorial del riesgo de los trabajadores
Las cifras del estudio Fasecolda muestran la clase de riesgos a los que pertenecen los trabajadores afiliados al sistema ARL en cada sector, mostrando grandes diferencias: mientras en la construcción el 89% de los trabajadores son clase 5 (el riesgo más alto), en educación y servicios financieros el más el 96% de los afiliados son clase 1.
- Si se quisieran tipificar por clase de riesgo, se diría que los sectores con un mayor porcentaje de trabajadores en las clases de riesgo más altas son Minería, Construcción y Transporte.
- En las actividades con mayor número de trabajadores en riesgo clase 3 se encuentran los servicios de salud (75%), la industria (58%) y la agricultura (26%).
- Los sectores donde un mayor porcentaje de trabajadores se encuentra en las actividades catalogadas como de bajo riesgo (clase 1 y 2), son los servicios profesionales (59%),el comercio (80%), la educación (100%), el sector financiero (96%) y los servicios comunitarios (70%).
[1] No se incluye incluir las personas naturales, que son cercanas a los 1.8 millones de empresas
[2] Para efectos del estudio, un trabajador formal es aquel que ha cotizado por más de 9 meses al sistema
Distribución de los afiliados actuales por sectores
Estructura sectorial. El estudio identifica que el mayor porcentaje de trabajadores afiliados a las ARL se concentra en las actividades inmobiliarias y de servicios a las empresas, seguido de la industria, el comercio y el transporte.
El sector de servicios a las empresas presenta el mayor porcentaje de formalidad, destacando Fasecolda en su análisis que en él se encuentran actividades de alto riesgo como empaque y envases, limpieza de edificios, vigilancia y otras como el alquiler de maquinaria y equipo. Esta cifra del sector es positiva si se tiene en cuenta que aunque aporta el 7,3% de los ocupados en el país, contribuye con el 22% de los afiliados actualmente al sistema ARL.
Comercio. El 12% de los trabajadores afiliados al sistema ARL se concentró en el comercio, un sector que se caracteriza por emplear los trabadores más jóvenes y donde sus trabajadores pertenecen a la clase de bajo riesgo. Teniendo en cuenta que el comercio aporta el 27% de los ocupados del país, el porcentaje de personas aseguradas al sistema de riesgos laborales podría ser mayor, una diferencia que podría estarse presentando por el bajo nivel de formalidad de sectores como el comercio de ferreterías y restaurantes, importantes en este segmento y que no tienen aún la conciencia suficiente sobre la importancia del aseguramiento.
Al respecto, Confecámaras señala que en el tema de la formalidad hay sectores donde es complejo ser formal por los costos de transacción. Se propone que se tenga una oficina que mida los costos de transacción para las pyme (tasas de tributación, costos de licencias y otros). Hay empresas formales que migran a la informalidad cuando los costos de transacción son muy altos o informales que no quieren entrar a la formalidad por la misma razón.
Transporte. El estudio destacó el aumento del aporte al mercado formal de los trabajadores del transporte. En este aspecto se puede destacar que en este sector las grandes empresas del país han incrementado la adquisición de flota propia reduciendo la subcontratación, lo que puede haber incentivado la formalización de los trabajadores del sector, además de los programas emprendidos para grupos como los taxistas.
La construcción, un sector asociado a las clases de riesgo 4 y 5, aporta el 8% de los trabajadores afiliados. Las cifras del estudio muestran un incremento de la afiliación en este sector, en especial en las empresas con empleos entre 21 y 50 trabajadores, en las cuales el porcentaje de asegurados, pasó del 9% al 13% entre 2008 y 2013. La región Caribe se destacó por la mayor afiliación de trabajadores de la construcción entre 2008 y 2013.
Diferencias regionales. El estudio destaca que la distribución de los afiliados es consistente con la participación de cada región en el PIB y destaca el incremento de la región Caribe en el total de afiliados, mientras la región Centro y Eje Cafetero declinaron su participación en buena parte de los sectores económicos. La región Caribe se destacó por la mayor afiliación en todos los sectores. Mientras la región Centro solo reportó un aumento de sus afiliados en el sector del transporte.
El estudio Fasecolda muestra las diferencias entre la antigüedad de las compañías por regiones, encontrando que una empresa en Bogotá tiene una probabilidad del 30% de que sobreviva más de 40 años, con una vida media de una empresa de 27 años. Confecámaras, por su parte, revela que en Colombia una empresa dura 12 años y medio en los sectores pequeños y medianos y las empresas grandes tienen una duración de 18 años, un promedio que varía mucho entre regiones. Para Olga Lucía Acosta Colombia tiene realidades distintas entre regiones, lo que implica modificar la política salarial actual para que pueden responder a estas realidades.
El debate
Al analizar los resultados del estudio, “Análisis del mercado laboral en Colombia, una nueva cara de la formalidad”, los expertos encuentran que sus hallazgos plantean desafíos en el diseño de las políticas de formalización y aseguramiento en el futuro.
1. Alta rotación del personal asegurado y tiempos cortos de cotización en el año. La presentación realizada por Miguel Urrutia, ExGerente del Banco de la República, muestra que el 50% de los asegurados están cubiertos todo el año y el resto entran y salen del sistema, en indicadores que varían según los grupos poblacionales. Por ejemplo, el estudio concluyó que mientras el 63% de los asegurados son hombres, el 37% son mujeres, aunque un mayor porcentaje de mujeres cotiza entre 9 meses y un año. De igual manera, el 30% de los jóvenes entre 25 y 35 años cotiza menos de 30 días al sistema y registran una gran movilidad entre empresas y sectores. El estudio de Fasecolda revela que el hecho de que un gran porcentaje de la población cotice al sistema menos de nueve meses al año, pone en riesgo la posibilidad de ahorrar capital para el futuro y tener las semanas suficientes para pensionarse.
2. Las empresas de más de 50 trabajadores representan el 80% de afiliados al aseguramiento. Las empresas de este grupo representan el 11% del universo empresarial, quedando por fuera del sistema de aseguramiento las mipes (micro y pequeñas empresas), un reto de formalización importante si se tiene en cuenta que las Mipes generan la mitad del empleo en Colombia.
Sin embargo, entre las empresas entre 21 y 50 trabajadores el estudio encontró un aumento en el número de trabajadores afiliados, sobre todo en el sector de la construcción, lo que muestra el efecto de los programas que entorno al aseguramiento en el sector se han adelantado. Aunque se mantiene muy pequeño, los gráficos presentados por el estudio muestran algún progreso en la afiliación de las empresas que emplean entre 4 y 10 trabajadores.
El hallazgo de que las empresas grandes generen la mayoría del empleo formal, es consistente con los análisis de Olga Lucía Acosta, investigadora de la Cepal, que destaca en Colombia las empresas del país que aportan el 70% del PIB generan el 20% del empleo, mientras el 10% del PIB es generado por el 50% de los trabajadores del país, un empleo informal y poco productivo.
Sin embargo, Julián Domínguez, presidente de Confecámaras señala que no hay una línea a partir de la cual el tamaño de la empresa permita ser formal si no que la formalización depende de un cambio cultural que debe trabajarse sector por sector, pues los aspectos que impulsan a la formalidad pueden ser requisitos de entrada muy puntuales. También hay que interiorizar en las empresas los factores que hacen que vea que le conviene ser formal, señala.
“En esto ha avanzado la ley 1429 con la formalización de 58 mil unidades productivas en los dos últimos años. Sin embargo, han habido problemas de articulación pues por un lado las estructuras de oferta institucional promueven la formalización y perdurabilidad, pero por otro la administración de impuestos es totalmente adversa a que el tipo de exenciones y acompañamientos se den, lo cual no debe ser así pues tiene que ser buen negocio para el estado tener empresas formalizadas aunque no todas estén tributando en el corto plazo”, señala.
4. Actividades productivas, formalidad y salarios. El hecho de que el 80% de los empleados formales devenguen el salario mínimo, revela la necesidad urgente de Colombia de contar con actividades de alto valor agregado y exportadoras, pues está demostrado que la rentabilidad de las empresas exportadoras es mayor una vez se han consolidado en los mercados externos. Este indicador da cuenta de la vulnerabilidad de los trabajadores colombianos, que de acuerdo con lo señalado por Olga Acosta, en Colombia el indicador de vulnerabilidad es del 70%, superior al de países como Chile (30%) Perú (62.2), Brasil 45% o República dominicana (65.0%).
Esta radiografía del mercado laboral presentada por Fasecolda plantea importantes desafíos frente al futuro de la fuerza laboral en Colombia, en particular frente a la alta rotación de los jóvenes en el aseguramiento y ahorro para su futuro, el bajo nivel de aseguramiento de las mujeres y la vulnerabilidad de la población colombiana en el mercado formal. Fortalecer la formalización empresarial, entorno a una cultura que asocie la formalización al crecimiento y la rentabilidad, para superar la situación actual, en la cual las empresas informales de la economía son las que generan el mayor volumen de empleo. Los participantes del debate concluyen que para ello, las instituciones asociadas al tema tributario deben apoyar la red institucional actual para la formalización en Colombia y la protección social no puede quedar sujeta a los mecanismos contributivos, combinando los mecanismos contributivos, semicontributivos y no contributivos.