Sectorial de la semana
Estaremos ante una nueva crisis de la economía global?
El estancamiento de la economía China y la tímida recuperación de los países desarrollados después de la crisis de 2008 ha causado un deterioro del crecimiento global. 2016 ha visto como la reserva federal de Estados Unidos –FED- no continuó aumentando los tipos de interés y el Banco Central Europeo –BCE- ha dicho la semana pasada que con los últimos estímulos monetarios ha agotado sus herramientas para impulsar el crecimiento de la Eurozona. La situación de América Latina y los países emergentes es ya ampliamente conocida.
Los flujos de comercio, las tasas de interés y la inversión extranjera directa son los canales por los cuales la dinámica de la economía mundial tiene impacto en Colombia.
Habrá una nueva crisis de la economía mundial? Que impactos se esperan en nuestro país?. Estas son las cifras:
Las señales
Estancamiento de la economía China. Este país jalonó el crecimiento económico mundial en los últimos diez años por medio de la demanda de materias primas y la importación de bienes manufacturados de los países desarrollados[1], llegando a representar el 12% del comercio global. Sin embargo su crecimiento era fuertemente dependiente del comercio mundial. Con una economía mundial creciendo permanentemente a la mitad de la tasa registrada por China, la demanda no logró absorber toda la oferta de este país, generando excesos de capacidad en la industria, quiebras empresariales y deterioro de industrias manufactureras vitales como la del hierro y el acero y su demanda de carbón.
Los activos en los que los chinos invirtieron con el mayor ingreso percibido perdieron valor, como es el caso de las acciones y la vivienda, reforzando el estancamiento industrial y pasando este deterioro en la economía real al canal financiero. Con todo, el FMI estima que 2016 cierre con un 6,3% o menos, la menor tasa en 20 años y con todo envidiada por el resto del países.
Cálculos EA con base en FMI y otros
Pérdida de valor de los activos. Las crisis económicas mundiales como la del 29 o la de 2008 han tenido su base en la pérdida de valor de los activos industriales, de los hogares o financieros. En la crisis del 29, las acciones fueron protagonistas de este proceso, pues el mercado accionario de los Estados Unidos tuvo un gran proceso de democratización y miles de personas invirtieron sus ahorros en la bolsa, recursos que perderían con la caída de ese año. En la crisis de 2008 el activo protagonista fue la vivienda, en el cual también un gran número de familias accedieron por medio de las hipotecas que exigían pocas garantías de pago.
Al ser concebida la vivienda como una inversión especulativa para comprar y vender luego más cara, la debacle del mercado vino cuando el mecanismo de titularización perdió su valor, sumado al efecto de tasas de interés altas que hicieron más costosos los créditos y redujeron la demanda presionando los inventarios al alza y los precios a la baja. Los compradores quedaron con una vivienda de menor valor y un crédito caro. El sistema financiero con muchos activos sin valor. El colapso del crédito se transmitió al sector real, afectando a la industria y el empleo.
Contracción del comercio mundial. En 2015 el comercio mundial se contrajo en 10%. Comparada esta cifra con los resultados del año 2009, la contracción del comercio mundial parece estar más concentrada en sur y Centro América y África, mientras China y Norteamérica no parecen sufrir con la misma intensidad los efectos de la menor demanda mundial. Una mirada a las importaciones revela que África, Sur y Centroamérica y los países del EFTA registran una mayor caída en exportaciones que en importaciones.
Las tasas de interés de las grandes economías del mundo no despegan. Esta noticia si bien debería ser un estímulo al consumo de bienes durables como la vivienda o los autos, son vistas como una debilidad de la economía mundial, pues indican que el consumo no ha respondido a suficientemente a esta variable en cinco año y que las personas podrían ante la baja rentabilidad del ahorro acudir a activos como el oro.
Precios de la vivienda despegan con dificultad. 2015 fue el año en el que los precios de la vivienda comenzaron a crecer, pero perdieron parte del terreno en 2016: los datos de Eurostat y los del índice Case-Shiler de Estados Unidos revelan que los precios de la vivienda se recuperaron en 2015 pero moderaron su crecimiento desde finales del año y en lo corrido de 2016[2].
China, motor de la economía mundial, vive parte de estos fenómenos desde 2014. La economía China muestra señales que pueden encontrarse en varios de los momentos de crisis de la economía global. Como se observa en el gráfico el índice de la bolsa de Shanghái llegó a niveles récord de caída, por cuenta del deterioro de industrias como la del hierro y el acero y del mercado inmobiliario. Esta circunstancia afecta la riqueza de las familias que habían depositado sus ahorros en la bolsa. Como se observa en el gráfico, el índice bursátil continúa ajustándose aunque a ritmos más pausados que en 2015 y si se compara con sus históricos estaría recuperando su dinámica anterior.
Fuente: Investing.com