Sector Agropecuario: entre PIB y precios
En el año donde se realizaron las marchas campesinas más intensas en mucho tiempo, el PIB del sector agropecuario registró el crecimiento más alto de los últimos 10 años: 5,1% en 2013, una cifra superior al crecimiento del PIB total, del 4,3%. Por que?
El país registró en 2013 la mayor cosecha cafetera desde 2008 y los otros productos agropecuarios contribuyeron a este crecimiento. El aceite de palma superó el millón de toneladas producidas, se registró la mayor producción arrocera en 5 años. La recuperación aunque más modesta del sector pecuario fue también un hecho positivo.
Sin embargo, cuando la producción agrícola se recuperaba de los niños y niñas de los años 2011 y 2012, los precios internacionales afectaron la rentabilidad sectorial. En 2013 el valor de la cosecha cafetera fue el menor desde el año 2004 y otros sectores se enfrentaron a este problema, en el cual si bien el rendimiento de los cultivos empezó a mejorar gracias a la estabilidad del clima el ingreso percibido se redujo.
Con todas las dificultades de estos años, la inversión en el campo no se detuvo: los créditos otorgados por Finagro crecieron un 77% en valor entre 2009 y 2013 hasta llegar a colocar 6,9 billones de pesos. En 2013, las operaciones activas de crédito del sector agropecuario registraron un crecimiento del 9,8% anual.
El campo colombiano enfrenta dos grandes retos: mitigar el cambio climático y diversificar su oferta exportadora, de cara a los TLC.
Una mirada a las cifras de importaciones de Estados Unidos en los últimos años muestra que de los rubros de mayor crecimiento en sus compras a países con TLC´s firmados están asociados a los frutales provenientes de Chile, Costa Rica, Guatemala, Honduras y Perú. Consolidar el programa de transformación productiva para el sector hortofrutícola habrá de ser una meta de país para los próximos años.
La protección frente al cambio climático será el detonante de nuevas inversiones, más que la expansión en hectáreas. Las compras o alquiler de maquinaria para la buena preparación del suelo, la adquisición de insumos orgánicos, las asesorías y los servicios para la siembra de plantas que ayuden a la recuperación del suelo y la aplicación de todas las prácticas que contribuyan al fortalecimiento de las plantas frente a la lluvia y el sol excesivos, serán las decisiones estratégicas que se tomarán en el campo.
La reducción del costo de los fertilizantes es una condición necesaria, pero es mayor el reto que imponen el clima y el desarrollo exportador en el futuro de las empresas campesinas de todos los tamaños.
Fuente: Economía Aplicada