Sectorial de la semana
Consolidar la oferta exportadora: principal reto económico de Colombia frente a los TLC.
La industria exporta el 21% de lo que produce, una cifra seis puntos menor que la observada en 2008 y similar a la que registraba diez años atrás.
Que pasó?
Aunque la economía colombiana mostraba un fuerte progreso exportador hasta 2008, el cierre del comercio con Venezuela y la recesión de la economía mundial afectaron la demanda por nuestros productos industriales llevando al país a niveles de apertura exportadora comparables a los del año 2001. Así que el camino está aún por recorrerse y la recuperación de la economía mundial, ayuda.
El coeficiente exportador muestra la proporción de la producción nacional que se exporta. El de Colombia es de 21%, menor al promedio de América Latina (34%) y al de países como de Chile, México y Ecuador y Perú. De nuestra industria, los sectores que venden el mayor porcentaje de su producción al exterior pertenecen a la industria de equipo y maquinaria eléctrica, confección y artículos de cuero, autopartes y químicos.
Las exportaciones a Venezuela llegaron a representar el 29% del total de las ventas no tradicionales, un porcentaje que bajó al 11% en 2010 y fue del 15% en 2013, pasaron de 4 mil a 2 mil millones de dólares. Aunque los exportadores buscaron otros mercados como el latinoamericano y los Estados Unidos, la recesión mundial y tres años de un dólar revaluado no han ayudado a recuperar totalmente el terreno perdido.
La coyuntura reciente presenta diversas oportunidades de cambiar esta tendencia. La recuperación de la economía mundial y del tipo de cambio real son dos factores que juegan a favor de las exportadoras.
Pero la aventura exportadora es difícil. Un exportador se enfrenta a un sin número de obstáculos para consolidarse: debe ajustar permanentemente sus estructuras productivas y de costos a los estándares internacionales, lo que exige mucha liquidez y aportes de los socios, pues debe realizar una inversión fuerte y constante para crecer y contar con resilencia para soportar períodos largos en la definición de sus negocios. Son características que le permiten superar la competencia en el mercado interno y consolidarse en éste.
Las exportadoras exitosas registran en el largo plazo un mayor crecimiento de sus ventas que las concentradas en el mercado interno, reportan una mejor rentabilidad patrimonial y del activo, pero deben invertir más que las nacionales y las inversiones se recuperan en un plazo más largo.
Importaciones no han sido competencia para todos
Cálculos del DNP revelan que las importaciones de la industria son el 38% de su consumo aparente, una cifra similar a la que mostraba en el año 2006. Pero aunque este resultado no dice mucho cuando se observa la información por sectores se encuentran cambios sustanciales.
Hay sectores donde la tasa de penetración de importaciones es alta y ha crecido en los últimos cinco años, como los pertenecientes a la industria del hierro y el acero, la industria metalmecánica, los vehículos y las autopartes, el calzado, los hilados, las fibras sintéticas, los tejidos de punto, las llantas, los computadores, los materiales de madera para construcción, los productos metálicos, los vehículos, hierro y acero y la maquinaria.
En algunos sectores el mayor coeficiente de penetración de importaciones ha significado materias primas más económicas, sin embargo, en otros como confecciones, el suministro de estos insumos representa aún un obstáculo para el mejor desarrollo de esta industria.
En otros, el contrabando y la revaluación han provocado la entrada al mercado de productos que lesionan la competencia local. Por esta razón, en economías donde estos fenómenos ocurren los productores nacionales buscan mercados donde estos fenómenos no tengan un impacto tan fuerte en los precios locales.
Cuando la apertura económica fue formulada en el país, sus propósitos pretendían colocar competencia a la industria para reducir sus precios y márgenes y hacerla más competitiva, diluir los oligopolios locales y por estas dos vías lograr tasas más bajas de inflación y mejoras en el ingreso real de los hogares.
Sin embargo, si bien algunos de estos propósitos se lograron, pues el consumidor tiene hoy acceso a más opciones de precio y calidad, la competencia no funciona en varios sectores que continúan fijando sus precios a voluntad.
Otros sectores, en cambio han vivido todo el rigor de la competencia importada, el contrabando y la revaluación. Si bien existen muchas iniciativas exportadoras que han sido apoyadas y promovidas por redes institucionales activas del estado, el país no ha logrado consolidar una oferta exportadora más fuerte y de alto valor agregado por muchos problemas ya conocidos y analizados.
De esta forma, frente a las oportunidades que están en los mercados mundiales el principal reto económico es consolidar la oferta exportadora del país.