De la Inflación
La inflación continúa siendo el desafío más importante de la economía global. Argentina y Venezuela son ejemplo. Brasil incluso con gobiernos de izquierda ha sido responsable en su manejo. No hay que engañarse. En otros temas caben todas las discusiones, pero en este debe haber consenso.
Hay dos maneras de controlarla, la primera es vía aumento de las tasas de interés, por que impulsa el ahorro de los hogares y menos gasto reduciendo presión a los precios.
La segunda es la reducción de los costos, en donde los productos importados son importantes, por que permiten menores costos de materias primas y maquinaria a las empresas y mayor competencia en el mercado, lo que ayuda a reducir los precios al consumidor. Más con esta TRM. Todos los actores de la sociedad concurren en la reducción de la inflación, el gobierno el primero, con anuncios que permitan que el salario mantenga su poder de compra pero que no presione más la demanda ni los costos de las empresas, que finalmente habrán de trasladar al precio, en un proceso interminable de alzas y compensaciones. Hay un componente derivado del entorno internacional, que no es culpa de acciones locales pero que toda la sociedad asume en su conjunto. En los países desarrollados, los ciudadanos califican a su presidente según el manejo de la inflación. Estados Unidos promulgó, para atender una inconformidad social creciente, una ley para el control de la inflación. En América Latina los gobernantes no pueden acostumbrarse a la inflación y menos promoverla. El congreso en su misión de control político debe ser el activista antinflación más importante del país.