Sectorial de la semana
Empleo y educación: tendencias y desafíos
Las cifras de la encuesta de hogares desde 2010 revelan cambios importantes en el mercado de trabajo por niveles de formación, con un importante crecimiento del número de ocupados con educación media y superior, una menor demanda por programas educativos en los últimos tres años producto del ciclo económico y una reducción del número de ocupados en los segmentos de mayores y menores ingresos.
¿Cómo está cambiando el mercado de trabajo? Tendencias y desafíos
Las cifras de la encuesta de hogares del DANE revelan varias tendencias en torno la empleo y los niveles educativos. El número de trabajadores con educación media y superior pasó de 45% a 53% del total de ocupados mientras se redujo el número de ocupados que reportan los menores niveles de formación, básica primaria y secundaria, con una disminución del 53% al 47%.
En la educación y media y los ingresos medios es donde se concentró el crecimiento del empleo, aunque también aumentó el número de los que reportan educación superior.
Fuente: DANE, Cálculos EA
El cambio en el nivel de ingresos ha estado asociado a mayores niveles de calificación en todos los segmentos, en particular en los menores niveles de ingreso, donde el mayor acceso a la educación media y superior se refleja en mayores niveles de empleo.
Sin embargo, las cifras muestran que los empleos con salarios superiores a 1,5 SMMLV son vulnerables al ciclo económico. Mientras entre 2010 y 2015 el número de trabajadores de este segmento pasó de 5,3 a 6 millones de personas, en los últimos 2 años hasta 2017, cuando la economía creció menos el empleo en este segmento de ingreso se redujo a 5,7 millones. La mayor elasticidad del empleo ante los cambios en el PIB pareciera estar en este grupo, que redujo su participación cuando la economía registró el ajuste en mayor proporción que los otros segmentos de salario. La tendencia menor-crecimiento menor empleo se observó también en los niveles menores de salario.
Fuente: DANE, Cálculos EA
Perspectivas
Los resultados de estas cifras muestran la relación positiva entre el aumento en el nivel de formación, el empleo y los salarios, base de la productividad de la economía. Muestran también el fortalecimiento del empleo y el ingreso a mayor nivel de formación.
Sin embargo, los matices los imprimen el ciclo económico y las características del aparato productivo. En los años de mayor crecimiento de esta década el número de ocupados que asistió a algún nivel de formación aumentó y cuando la economía creció menos (últimos tres años) esta variable se ajustó drásticamente, una tendencia que se refleja en matrícula de los establecimientos educativos y sus costos medios, que registran una tendencia creciente en los últimos años.
Fuente: DANE, Cálculos EA
El progreso lento en la diversificación de la economía y la base exportadora hace a los empleos calificados más vulnerables a los cambios del ciclo económico. La evolución de las cifras revela que un mayor volumen de trabajadores cuenta con mayor nivel de calificación y que la educación media como segmento de empleo está fortaleciéndose frente a otros niveles de formación generando la migración de personas con otros niveles educativos hacia los segmentos donde hay más trabajo.
Estas dos tendencias reflejan un mayor nivel de competencia laboral y entre sistemas educativos, donde los empleos técnicos compiten con los de formación universitaria dificultando la optimización de ambos tipos de calificación en la mejora de la productividad de la economía.
Esta circunstancia explica la necesidad de tener un mayor énfasis de políticas para promover el emprendimiento y la inversión en los sectores de mayor sofisticación en la industria y los servicios de mayor valor agregado, para aumentar el volumen de ocupados en segmentos mayores de salario-formación. El desarrollo de estos sectores promueve el aumento del empleo con salario mayor a 1,5 millones, constitutivos de una clase media que genera consumo, ahorro e inversión.
Finalmente, las cifras muestran que los empleos son cada vez menores en los niveles de calificación más bajos, concentrados en las áreas rurales y las ciudades más pequeñas, metas de cobertura que son uno de los desafíos más importantes para los años venideros.